Josep González, presidente de la Fundació PIMEC, hizo este artículo hablando sobre el burnout que pueden padecer las personas empresarias para el medio de comunicación PYME al Día.
Burnout es una palabra importada que en nuestro país se ha traducido con la expresión “síndrome del trabajador quemado”, que desde la Fundació PIMEC hemos ampliado, conceptualmente, haciendo una derivada al burnout que sufre el empresario y la empresaria. Y tiene toda la razón de ser porque este síndrome psicológico, que nace de la tensión crónica producto de la interacción conflictiva entre la persona y su trabajo, afecta a la toma de decisiones empresariales. De hecho, el entorno actual de complejidad e incertidumbre, incluso con situaciones incomprensibles, comporta estados difícilmente gestionables que pueden llegar a afectar negativamente a la calidad del proceso de decisión, a la marcha de la micro, pequeña y mediana empresa, y a la vida personal y familiar de la persona empresaria.
Si nos adentramos en la definición del burnout, la doctora y profesora titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona Marina Romeo lo concreta como un agotamiento físico y mental crónico, que va más allá del estrés. Además, lo relaciona con tres síntomas: el primero, el agotamiento emocional, en el que la persona “no puede con su alma”; el segundo, la despersonalización, en que el sujeto deja de ver al otro como un individuo; y el tercero, el sentimiento de baja utilización personal, en que el/la afectado/a tiene la sensación de ser poco útil.
Por su parte, el doctor Felip Miralles, director de Tecnologías de la Salud–Eurecat, plantea cinco situaciones vinculadas a la tecnología que comportan burnout; el tecnoestrés, que es una sobrecarga de mensajes en las redes sociales; la tecnoinvasión, donde el individuo pierde la noción de frontera entre la vida laboral o empresarial y la personal; la tecnodificultad, que consiste en la actualización continuada en nuevas tecnologías; la tecnoincertidumbre, donde mantenerse al día en los avances es inasumible, y la tecnoinseguridad, que induce a pensar que la tecnología nos quitará el trabajo.
El doctor Benedikt Amann, coordinador de las Unidades de Psiquiatría y director de la Unidad de Investigación Centro Fórum, Parque de Salud Mar, IMIM, y profesor asociado de la UPF en Barcelona, subraya que en el hospital les llegan personas con enfermedades somáticas y depresión que han sido generadas por el burnout.
Desde la Fundació PIMEC colaboramos con el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas–IMIM en el proyecto europeo MENTUPP, que tiene por objetivo mejorar el estrés de las personas empresarias y trabajadoras que forman parte del colectivo de las micro, pequeñas y medianas empresas, y con el que se conseguirá disponer de una evidencia científica de la existencia de enfermedades mentales en el ámbito empresarial. El doctor Amann postula que en nuestro país estamos tan quemados como en otros estados europeos, que el estrés es bastante equilibrado ya que las crisis, como la de la Covid-19 o la de la guerra de Ucrania, afectan de igual manera a los diferentes territorios. En su opinión, desgraciadamente, a las empresas les cuesta reconocer el problema del estrés y que la ansiedad y la depresión pueden ser letales.